¿Qué es un fertilizante?
Un fertilizante o abono es un
tipo de sustancia inorgánica u orgánica, natural o sintético, que presenta
nutrientes que pueden ser asimilados por las plantas y que se adiciona al
suelo para mantener, suplir e incrementar en determinados elementos
esenciales del mismo, para el crecimiento de las plantas. También nos
encontremos con una definición de fertilizante más técnica como: “Cualquier material natural o
industrializado, que contenga al menos cinco por ciento de uno o más de los
tres nutrientes primarios (N, P2O5, K2O), puede ser llamado fertilizante”
Grados de los
Fertilizantes
Encontramos:
- Fertilizantes
Simples
- Fertilizantes
multinutrientes o combinados
1. Fertilizantes simples
Son denominados fertilizantes simples aquellos que
contienen sólo un nutriente primario
Algunos de los fertilizantes
simples más utilizados son los siguientes:
a) Fertilizantes
nitrogenados
Son aquellos que ofrecen una
alta cantidad de nitrógeno a las plantas.
En función de su uso y cantidad
generan efectos diferentes en las plantas.
Algunos fertilizantes nitrogenados son: la urea, el nitrato
de amoniaco, el amoniaco, entre otros.
Vamos a describir los más
importantes:
Urea: Urea con 46 por ciento de N, es la mayor fuente de nitrógeno en el mundo debido a su
alta concentración y con un precio normalmente atractivo por unidad de N.
A pesar de ello, su aplicación
en cultivos requiere de buenas prácticas agrícolas. Principalmente, para evitar
las pérdidas por evaporación de amoníaco en el aire.
Sulfato amónico: Sulfato amónico, con el 21 por ciento de N (en forma de amoníaco). Contiene,
además del N, el 23 por ciento de azufre, un nutriente que es de creciente
importancia.
Nitrato amónico
cálcico: Nitrato amónico cálcico, contiene
por encima del 27 por ciento de N (partes iguales de N como amoníaco y como
nitrato).
Es un fertilizante preferido
para los cultivos en las regiones semiáridas de los subtrópicos.
b) Fertilizantes
fosforados: El fósforo es considerado como uno de los elementos
químicos más esenciales para las plantas, siendo clave en los procesos
bioquímicos y fisiológicos.
Entre los más relevantes
encontramos:
Superfosfato simple: Superfosfato simple, con
el 16 al 20 por ciento de P2O5contiene adicionalmente 12
por ciento de azufre y más del 20 por ciento de calcio (CaO).
Superfosfato triple:
Superfosfato triple con
una concentración del 46 por ciento de P2O5 no
contiene ni azufre y menos calcio.
c) Fertilizantes
potásicos: Sustancias que se extraen de residuos animales, vegetales y humanos.
Las mismas brindan y
suministran a las plantas los nutrientes imprescindibles para su desarrollo,
mejorando la fertilidad del
suelo.
El más destacado es:
Cloruro potásico: Cloruro potásico, con hasta 60 por ciento de K2O, es el
fertilizante potásico simple líder usado en la mayoría de los cultivos.
d) Fertilizantes
Azufrados: Los fertilizantes azufrados aportan
azufre a las plantas. Un ejemplo de este tipo
de fertilizantes es el sulfato de calcio, más conocido como yeso.
2. Fertilizantes
multinutrientes o combinados
Aquellos fertilizantes que
contienen dos o tres nutrientes primarios son llamados fertilizantes
multinutrientes, en algunas ocasiones también se denominan fertilizantes
combinados o binarios (dos nutrientes) o ternarios (tres nutrientes).
Un gran número de fertilizantes multinutrientes es
ofrecido en el mercado mundial.
Ventajas de los
fertilizantes multinutrientes para el agricultor
- Facilidad de manipulación, transporte y almacenamiento
- Dé fácil
aplicación
- Alto
contenido de nutrientes
- Distribución uniforme de nutrientes en el campo
- Fertilización
equilibrada
- Elevada
eficiencia del fertilizante.
Diferentes tipos de
fertilizantes multinutrientes
Fertilizantes
complejos: Fabricados a través de procesos que incluyen una reacción química entre los
componentes que contienen los nutrientes primarios
Fertilizantes
compuestos: Fertilizantes simples granulados o intermedios. Los gránulos contienen los
nutrientes en diferentes proporciones
Fertilizantes
mixtos o mezclados: Mezclas simples mecánicas de los fertilizantes simples
Grados de los
fertilizantes multinutrientes o combinados
•
Complejo NPK / fertilizante compuesto
•
Complejo NP / fertilizante compuesto
Añadidos a los nutrientes
primarios algunos tipos de
fertilizantes poseen nutrientes secundarios como ser magnesio,
azufre y calcio.
En ocasiones se puede encontrar
en conjunto con micronutrientes tales como hierro, cobre, zinc, manganeso, boro y molibdeno.
De esta forma, el agricultor
tiene la posibilidad de aplicar todos los nutrientes necesarios en un
fertilizante único, elegir el grado correcto.
Micronutrientes
Los
micronutrientes necesitan una especial atención y cuidado debido a que hay una
línea muy fina entre el exceso y la deficiencia en cuanto a las necesidades de
las plantas.
Los micronutrientes son
requeridos solo en pequeñas proporciones.
Los fertilizantes compuestos especiales pueden
ser elaborados conteniendo micronutrientes asociados con los grados NPK para
suelos y cultivos en los cuales las deficiencias están determinadas.
En muchas situaciones, las
deficiencias de los microelementos son debido al pH del suelo lo
que determina si estará más disponible o no para las plantas.
Una dosis de aplicación más
exacta y normalmente también una eficiencia mayor es posible a través del uso
de pulverización o de tratamientos de semillas con micronutrientes (formulados
como polvos o líquidos).
El
complejo de componentes orgánicos de hierro, zinc, manganeso y cobre quelatos
aumentarán la eficiencia de los micronutrientes aplicados.
Algunos
fertilizantes con micronutrientes importantes son:
- Sulfato
ferroso
- Bórax
- Sulfato de
cobre
- Molibdato
de sodio
- Sulfato de
zinc
- Sulfato de
manganeso
Entendemos como fertilizantes las sustancias que
se utilizan para mejorar las características biológicas, químicas y físicas de
los terrenos de cultivo, con el fin de que las plantas obtengan su desarrollo
óptimo.
El suelo va perdiendo sus
nutrientes naturales debido al consumo que han realizado las cosechas
anteriores, motivo por el que el terreno no llega a recuperarse para aportar
los nutrientes necesarios a una nueva cosecha. Ante esta situación es necesario
el uso de fertilizantes.
El origen de estos fertilizantes o abonos puede ser animal, vegetal, mineral o sintético y se podrían
clasificar en diferentes grupos:
Fertilizantes
orgánicos: Son los formados naturalmente bien por vía animal o vegetal, como por
ejemplo el estiércol, la
composta, el yeso agrícola, humus de lombriz, cenizas, turba, guano o los
residuos de otras cosechas.
Su misión es proporcionar al
suelo el nitrógeno orgánico necesario para que las bacterias lo conviertan en
inorgánico y sea absorbido por las raíces de las plantas. Estas sustancias son
denominadas de acción lenta, ya que se va descomponiendo poco a poco, siempre
en relación con las temperaturas, la humedad y el tipo de terreno. Otro punto a
tener en cuenta es que su uso consigue mejorar el terreno, al mezclarse con la
tierra la despelmazan y airean favoreciendo la retención de agua y nutrientes.
Su principal desventaja
radica en que al ser de lenta liberación no pueden ser utilizados por los
cultivos con rapidez, y en caso de necesidades urgentes de nutrientes,
estos no se encuentran disponibles de forma inmediata. Por otro lado, estos
abonos orgánicos pueden causar una disminución temporal del nitrógeno debido a
su acción bacteriana.
Este tipo de abonos son
imprescindibles y forman parte de las técnicas para la agricultura ecológica.
Fertilizantes
Inorgánicos: Son compuesto utilizados para aumentar el material orgánico disponible en
el suelo y añadir nutrientes. Son producidos por el hombre y buscan aportar la
combinación de nutrientes que necesita cada tipo de cultivo en particular.
Podríamos considerar como abonos
o fertilizantes inorgánicos aquellos cuyos nutrientes se han obtenido
mediante la extracción mineral o procesos industriales químicos o físicos.
Aunque también en esta clasificación entran la urea, la cianamida o los
compuestos que contienen micronutrientes complejados o quelados.
Este tipo de fertilizantes son
muy usados, ya que la concentración de los nutrientes principales es mucho más
elevada que en cualquier fertilizante orgánico, y sus resultados se notan muy
rápidamente en las plantas. Otra ventaja con relación a los abonos orgánicos es
que en este tipo de fertilizantes nos ofrece de forma exacta la cantidad de
cualquier nutriente necesario.
Estos microorganismos se
encuentran de forma natural en todos los terrenos que no hayan sido tratados de
forma excesiva con fertilizantes y consiguen fijar el nitrógeno
atmosférico, la solubilización del fósforo, la antibiosis estimulando el
desarrollo vegetal y protegiendo a la planta de microorganismos patógenos del
suelo.
Los Biofertilizantes son muy respetuosas con
el medio ambiente y permiten reducir costes de producción.
Fertilizantes
químicos: Su origen puede ser químico o mineral. Y conjugan la mezcla de diferentes
elementos junto con los nutrientes principales, los macronutrientes y los
micronutrientes. Estos compuestos agroquímicos se aplican al
suelo o directamente a las plantas, obteniendo resultados muy rápidos y
visibles en las plantas. Si bien su mal uso o en exceso serán los causantes de
consecuencias negativas para el medio ambiente.
Dentro de los fertilizantes
o abonos químicos podemos encontrar diferentes tipos:
Simples: Son los formados
exclusivamente por uno de los nutrientes principales, pueden ser nitrogenados,
potásicos o fosfatados.
Compuestos: Aquellos
procedentes de la combinación de por lo menos dos nutrientes principales.
Complejos: Son fertilizantes
compuestos que, al presentarse en forma granulada, cada gránulo tiene que estar
compuesto de todos los nutrientes declarados. Su proceso de fabricación incluye
una reacción química.
Mezclas: Se obtienen al mezclar
en seco dos abonos diferentes, sin que esta mezcla produzca ningún tipo de
reacción química.
Foliares: Son lo producidos
para que la absorción de nutrientes por la planta sea efectuada a través de las
hojas.
Líquidos: Su aplicación puede
ser realizada directamente sobre el suelo o disueltos en el agua de riego. Su
condición liquida consigue que las plantas lo absorban con facilidad y rapidez.
Estos fertilizantes se pueden clasificar en dos clases:
En solución: Si contiene
partículas sólidas se denomina
En suspensión: Carecen de
partículas sólidas y están disueltos de manera homogénea.
Permítenos que definamos como
una categoría especial, los correctores de carencias. Unos
compuestos especialmente diseñados para como indica su nombre, corregir
cualquier tipo de carencia de nutrientes que se detecte en los terrenos. Estos
fertilizantes pueden estar compuestos de algún elemento en particular o una
combinación de los mismos, y están formulados para que su efecto sea rápido y
duradero.
En algunas ocasiones, algunos
de los nutrientes esenciales no llegan correctamente a las plantas y no
solamente porque el terreno tenga carencias del mismo, también puede ser
causado por el pH del suelo que los mantiene insolubles, o por que otros
elementos antagónicos lo bloquean.
Fertilizantes
quelatados: Los quelatos son compuestos químicos donde un ion de metal está ligado o
unido a una molécula orgánica.
Formas de
aplicación de los fertilizantes
Radicular o al
suelo: Son los productos que se aplican directamente a la base de la planta, bien
diluida en agua o de forma directa. Su uso puede ser realizado en la superficie
o incorporándolo dentro del suelo.
Con esta forma de aplicación
buscamos acercar los nutrientes a las raíces, para que estas los absorban y
asimilen rápidamente. Su uso depende de las necesidades de la planta,
pudiéndose utilizar durante todo el ciclo.
La aplicación de
Fertilizantes al suelo se puede hacer de dos maneras:
Localizada: Se aplica alrededor
de las plantas para que sea más accesible por las raíces, se puede incorporar
sobre la superficie o en profundidad.
A
voleo: Bien se espolvorea por todo el terreno o se utilizan
medios mecánicos como el arado o las rastras.
Se aplica en forma similar a la
lluvia y son absorbidos por las hojas. Este tipo de aplicación suele usarse
como complemento a los fertilizantes o abonos de suelo, o cuando las
condiciones del suelo limitan la absorción de nutrientes por las raíces.
Al ser absorbidos foliarmente
sus efectos en los cultivos se aprecian con mucha rapidez. Es conveniente para
un uso eficaz de la aplicación foliar, tener en cuenta factores como, el calor,
la humedad y la luz que puede interferir en su asimilación por parte de las plantas.
Es conveniente conocer
que la cantidad de macronutrientes que se pueden suministrar por
aplicación foliar es limitada, por lo cual con este método no se pueden
asegurar todas las necesidades nutricionales de las plantas.
Fertirrigación
La fertirrigación consiste en la disolución de los distintos
fertilizantes o abonos en el agua de riego. A través del flujo del agua los
nutrientes se repartirán por el terreno, para que la planta los absorba
por vía radicular. Estos productos pueden ser aplicados mediante las diferentes
técnicas de riego.
Objetivos a tener
en cuenta en la aplicación de fertilizantes
Antes de entra en materia,
debemos de tener en cuenta dos conceptos para llevar a cabo un eficaz uso de
los diferentes fertilizantes.
- El objetivo fundamental es conseguir el máximo rendimiento aplicando
la menor cantidad posible de fertilizantes.
- Conseguir el mínimo impacto ambiental posible.
Bibliografía: